Una perspectiva sobre los bosques urbanos y el cambio climático

Nathan Schuettpelz es arboricultor asesor registrado en Wachtel Tree Science.

¿Quién es usted/cuál es su función?

Soy el director del departamento de consultoría de Wachtel Tree Science. Prestamos servicios de arboricultura, fitosanidad y consultoría a municipios de Wisconsin. También soy el actual presidente de la Asociación de Arboricultores de Wisconsin (Wisconsin Arborist Association), cuya misión es mejorar la práctica de la arboricultura y fomentar la apreciación pública de los árboles y los bosques urbanos.

¿Qué aspecto tiene un arbolado urbano sano?

Un arbolado urbano sano es un arbolado diverso compuesto por múltiples especies de árboles, así como diversas estructuras y edades. Tiene un alto porcentaje de árboles jóvenes, sanos y vigorosos que sustituyen a los ejemplares más viejos a medida que envejecen y desaparecen. Los árboles de los entornos urbanos enfrentan extremos de temperaturas, precipitaciones y cambios en la exposición. Esto acorta la vida de los árboles.

Con el calentamiento del clima, existe la oportunidad de introducir especies arbóreas más aclimatadas a las zonas de crecimiento situadas al sur. También somos conscientes de que el aumento de las temperaturas puede dar lugar a nuevas plagas y enfermedades o agravar los efectos de las plagas y las enfermedades autóctonas. Los árboles jóvenes más diversos y vigorosos pueden soportar mejor estos cambios.

¿Los árboles pueden contribuir a mitigar las tormentas y las inundaciones en las zonas urbanas?

Sí, en la actualidad, hay mucha información al respecto. Sabemos que, en las zonas urbanas densamente pobladas, se genera un efecto de isla de calor, y los árboles contribuyen a disminuir este efecto en estos espacios. Crean ambientes sombreados en las superficies de hormigón para reducir la sensación térmica. Los árboles también pueden formar cubiertas que interceptan las precipitaciones, lo que reduce los efectos de erosión y compactación de las lluvias extremas. Las raíces también ayudan a absorber parte de esas precipitaciones.

¿Cuáles son algunas de las estrategias que promueven para aumentar la resiliencia climática?

El cambio climático no es un factor prioritario de los municipios cuando se refiere a tomar decisiones de gestión. Lo que está en primer plano, diría yo, es la reducción del riesgo. Ahora mismo, todos siguen lidiando con la pérdida de los bosques de fresnos debido al barrenador esmeralda del fresno. Las comunidades se preguntan: “Tenemos cientos, si no miles, de fresnos muertos en pie, ¿cuál es nuestra responsabilidad? ¿Qué tenemos que hacer para reducir el riesgo? ¿Y qué podemos hacer para evitar que esto vuelva a ocurrir?”.

Los desafíos a los que nos enfrentamos en torno a la pérdida de nuestros bosques de fresnos se remontan a la pérdida de los bosques de olmos entre las décadas de 1950 y 1970. Sustituimos un monocultivo por otro. Esto tenía sentido teniendo en cuenta lo que se conocía y estaba disponible en aquel momento. Los fresnos crecen muy bien en los centros urbanos. Crecen bien en una gran variedad de condiciones y emplazamientos. Se establecen con facilidad y crecen hasta convertirse en hermosos árboles. La principal estrategia que recomendamos ahora es: diversificar, diversificar y diversificar.

Diversificar nuestros bosques urbanos será todo un desafío. Las existencias de los viveros son escasas debido a los efectos de la recesión de principios de la década de 2000. La caída en la construcción limitó la demanda de árboles, lo que a su vez hizo que disminuyeran las existencias previstas en los viveros. Cuando pudimos restablecer la existencias de plantas, nos vimos afectados por el barrenador esmeralda del fresno, lo que hizo que tuviéramos que lidiar con la pérdida de todos esos árboles públicos, y los municipios se vieron en la necesidad de buscar árboles de vivero disponibles. Estamos experimentando un auge de la construcción, que también está consumiendo las existencias disponibles en los viveros.

Una estrategia para responder a la escasez de los viveros son los contratos de cultivo. En este tipo de contrato, se realiza un pago inicial por futuros pedidos para un municipio. El vivero recibe por adelantado el dinero que necesita para establecer las poblaciones de árboles, y el municipio se beneficia al tener los pedidos garantizados. Los viveros han desarrollado técnicas de cultivo innovadoras para que los árboles lleguen antes al mercado. Históricamente, los árboles con tela de arpillera eran la solución, pero llevaban tiempo. Ahora, los viveros están aplicando distintos tipos de sistemas de cultivo en contenedores que permiten que los árboles alcancen antes un tamaño comercializable.

¿Qué opina de la justicia social y la silvicultura urbana?

Cada vez se investiga más sobre los beneficios de los árboles en los centros urbanos. Las investigaciones han demostrado que los árboles podrían estar relacionados con la reducción de los índices de delincuencia y la mejora de la salud humana en general. Las mejoras en la salud incluyen la salud mental, la recuperación después de cirugías y la disminución de la dependencia de medicamentos. Desde la medicina, cada vez se recomienda más pasar tiempo al aire libre y en espacios verdes. Son buenas razones para justificar el aumento de los presupuestos para silvicultura y plantación.

Los municipios de Wisconsin han tenido buenos resultados al centrarse en la plantación de árboles en barrios de bajos ingresos o barrios con mayores necesidades. Para ello, elaboran mapas geoespaciales del dosel urbano y relacionan los cambios en el dosel urbano de una comunidad con los índices de delincuencia, los ingresos y otros datos para identificar las zonas que necesitan y se beneficiarían de los árboles.

¿Tiene esperanzas en los bosques urbanos?

Tengo mucha esperanza en nuestros bosques urbanos. Cuando me introduje en el mundo de la arboricultura y la silvicultura urbana, mi familia más cercana me decía: “¿Qué es un arboricultor? ¿En qué te va a beneficiar? ¿Serás capaz de convertir eso en una profesión? A la gente le importan los árboles, pero no tanto”. Hoy en día, me encuentro con muchas más personas que entienden qué soy cuando digo que soy arboricultor. Recibo muchas consultas entusiasmadas sobre sus propios árboles. Esto demuestra cómo, en el breve periodo de mi desarrollo profesional, ha aumentado significativamente la conciencia pública sobre nuestros bosques urbanos y los beneficios que aportan a la comunidad.

Las opiniones y los puntos de vista expresados en esta entrevista son los de los autores y no representan la política ni la posición oficial de la Universidad de Wisconsin-Madison ni de la Iniciativa de Wisconsin sobre el Impacto del Cambio Climático (Wisconsin Initiative on Climate Change Impacts, WICCI).