Efectos de la tormenta de viento derecho de 2019 en el Bosque Nacional de Chequamegon-Nicolet

John Lampereur es el silvicultor distrital del Bosque Nacional Chequamegon-Nicolet.

¿Quién es usted/cuál es su función?

Soy silvicultor distrital del área que se encuentra más hacia el sudeste del Bosque Nacional Chequamegon-Nicolet. No estuve la noche de la tormenta, pero regresé seis días después y ayudé a lidiar con las consecuencias.

¿Qué lo llevó a actuar y qué medidas tomó?

Tras la tormenta de viento derecho de 2019, se produjo una devastación generalizada en el bosque y la comunidad circundante. Tuvimos un tornado en 2007 y fue un gran problema en ese momento; afectó 10,500 acres de tierras forestales nacionales. La tormenta derecho de 2019 afectó 130,000 acres de tierras forestales nacionales. Hubo distintos niveles de daños, pero unos 63,000 acres del bosque sufrieron daños superiores al 25 por ciento.

Aunque la tormenta fue devastadora para las personas y las propiedades y, potencialmente, para las plantas y los animales, tuvo algunos impactos beneficiosos para la conservación a largo plazo. Lo más importante que aprendimos fue que hay que tener listo un plan de respuesta de emergencia y que todo el mundo debe estar preparado para grandes tormentas.

Las plantaciones de pino rojo del Bosque Nacional Chequamegon-Nicolet sufrieron grandes daños a causa de la tormenta derecho de 2019. Esta masa forestal se encuentra en el lado sureste del área de Jones Springs. Estas zonas presentan un alto riesgos de incendio. Fotografía: John Lampereur

En primer lugar, tuvimos que restaurar la red de transporte y la infraestructura. Trabajamos con el gobierno local y estatal para restablecer el sistema de transporte. El proceso de apertura de carreteras forestales y del condado llevó meses. Algunas zonas estuvieron sin electricidad hasta una semana después de la tormenta. Había miles de árboles caídos, atravesando carreteras y sobre las viviendas. Al principio, nos abrimos camino hasta las zonas de difícil acceso, como los campamentos de los bosques naturales, donde las personas estaban atrapadas y no podían salir.

No podemos cuantificar realmente el impacto de la tormenta en las distintas especies. Muchas de estas zonas siguen siendo inaccesibles, y los datos y el monitoreo no existen. Por ejemplo, sabemos que los árboles derribados afectaron a los nidos del busardo hombrorrojo. ¿Pero cuántos? Aún no lo sabemos.

Una vez abiertas las carreteras, nos centramos en la recuperación. Tenemos comunidades y casas individuales en el bosque y tener tantos árboles caídos supone un enorme riesgo de incendio forestal. Hemos estado eliminando estos riesgos mediante ventas de salvamento y otras medidas para eliminar los árboles cercanos a las casas y otras propiedades del bosque. Seguimos en este proceso.

Hemos vendido 258 millones de pies tabla de madera en los dos años transcurridos desde la tormenta, que es la misma cantidad que venderíamos normalmente en una década. Hemos vendido el equivalente a 51,300 camiones madereros cargados, de setenta y cinco pies de largo. Si se colocaran todos estos camiones uno detrás del otro en una fila, su longitud total sería suficiente para llegar desde Lakewood, Wisconsin, hasta Nashville, Tennessee. Queremos comercializar toda la madera que podamos. Así que, desde el punto de vista económico, la tormenta derecho fue brevemente beneficiosa.

¿Cómo están restaurando el bosque?

La tormenta arrasó grandes partes del bosque, pero no devastó completamente el dosel. Esta situación está propiciando la colonización de esos claros por especies que toleran la media sombra, tales como el roble, el nogal americano, el abedul amarillo y el abedul papirífero. Esas especies se benefician de las condiciones de mayor luminosidad.

A largo plazo, se obtendrá una composición más diversa de especies que la que se destruyó. Tener más diversidad de especies en las masas forestales es positivo, sobre todo teniendo en cuenta la resiliencia climática. Apostamos por la regeneración natural en la medida de lo posible. En los lugares donde plantamos, buscamos fuentes de semillas del sur y del este para adaptarnos a las proyecciones climáticas futuras.

Una vista aérea del bosque mirando hacia el sureste desde el límite del bosque, que muestra más de 5,000 acres. Hay pocas zonas visibles que no hayan sido completamente arrasadas por el viento del derecho de 2019. Fotografía: John Lampereur

¿Hay coordinación con las tribus para la restauración?

En un sentido amplio, la coordinación tribal es siempre una preocupación para el Servicio Forestal de los Estados Unidos en términos de protección de los derechos de los tratados. Ese tipo de asuntos son más una cuestión de coordinación en términos generales que una respuesta específica a una tormenta como esta. Sin embargo, una de las especies intolerantes a la sombra que se beneficiará es el abedul papirífero, que es un árbol importante para las tribus locales.

¿Cuál ha sido el impacto en los arroyos del bosque?

El impacto ha sido principalmente positivo. El paisaje de aquí es el resultado de una explotación forestal generalizada en la que se taló prácticamente todo el bosque. Hubo que “mejorar” los arroyos para llevar los troncos al mercado. Para ello, se ensancharon los ríos, se dinamitaron rocas y se retiraron escombros. Los canales del río se enderezaron para que los troncos flotaran más fácilmente río abajo. La gente hizo mucho daño a los arroyos.

Eliminar los grandes restos leñosos fue perjudicial porque los restos crean un hábitat complejo para los peces. Los biólogos pesqueros afirman que el impacto de la tormenta en los ríos del norte fue beneficioso, ya que aumentó la cantidad de desechos naturales y árboles caídos. Devolvió a los ríos a un estado más natural. Los desechos crean un hábitat más complejo y enfrían el agua. Los troncos caídos crean meandros en los arroyos, y canales más estrechos y profundos. Todo ello mejora el hábitat de los peces.

¿Qué consejo les daría a otros gestores forestales ante estos sucesos?

Desarrollen un plan de respuesta para emergencias para poder responder lo antes posible. Planifiquen con anticipación quién tiene que participar en la respuesta, y hagan que la comunidad se involucre en los desafíos y las oportunidades que se presentan después de una tormenta. Tener un plan permite establecer cadenas de respuesta y aprobaciones, especialmente para las agencias estatales y federales. También necesitarán imágenes satelitales o fotografías aéreas inmediatamente después de la tormenta. Esto permite evaluar el estado del terreno para decidir dónde deben ir primero los recursos.

Antes de que se produzca una emergencia, se deben establecer canales de comunicación con los vecinos, por ejemplo, con los gestores de emergencias del condado. Que la emergencia no los encuentre desprevenidos. Todo es un ejercicio de construcción de la comunidad.

¿Tiene esperanza en el futuro?

Tengo esperanza en el futuro porque la Madre Naturaleza es mucho más resiliente de lo que creemos. Ya sea que una tormenta como esta haya sido provocada por el cambio climático o no, ha generado las condiciones para un paisaje de mayor resiliencia.

Las opiniones y los puntos de vista expresados en esta entrevista son los de los autores y no representan la política ni la posición oficial de la Universidad de Wisconsin-Madison ni de la Iniciativa de Wisconsin sobre el Impacto del Cambio Climático (Wisconsin Initiative on Climate Change Impacts, WICCI).

Para obtener más información

John Lampereur
Silvicultor distrital
Servicio Forestal Lakewood/Laona RD
Bosque Nacional Chequamegon-Nicolet
15085 State Road 32
Lakewood, WI 54138
(715) 276-6333, ext. 4235
john.lampereur@usda.gov